miércoles, 6 de mayo de 2009

Año 1755 - La Virgen en el libro: Zodiaco Mariano.

El libro Zodiaco Mariano de 1755, a pesar de no ser el documento publicado mas antiguo encontrado, hasta el momento, que trata de la historia de la Virgen de Cosamaloapan, si hace referencia explicita al documento publicado en 1643 por el padre Juan de Avalos: Relaciòn de la prodigiosa imagen de Nuestra Señora de Cosamaloapan en la costa norte del obispado de la puebla de los Angeles. Desafortunadamente todavìa no se ha localizado ningùn ejemplar de dicha publicaciòn.

Tambien de manera explicita señala que el texto en buena medida corresponde a un manuscrito del siglo XVII del padre Francisco de Florencia.

Se transcribio el texto respetando la ortografìa tal como aparece en la ediciòn original de 1746.


La caratula original del libro contiene lo siguiente:

ZODIACO MARIANO, EN QUE EL SOL DE JUSTICIA CHRISTO
Con la salud en las alas visita como Signos, y Casas propias para beneficio de los hombres los templos, y lugares dedicados à los cultos de su SS. Madre
POR MEDIO DE LAS MAS CELEBRES, Y MILAGROSAS IMÁGENES
De la misma Señora, que se veneran en esta America Septentrional, y Reynos de la Nueva España.
OBRA POSTHUMA DE EL PADRE FRANCISCO DE FLORENCIA, de la Compañía de Jesus, reducida à compendio, y en gran parte añadida por el P. JUAN ANTONIO DE OVIEDO de la misma Compañía, Calificador del Sto. Oficio, y Prefecto de la Ilustre Congregacion de la Purissima en el Colegio Maximo de S. Pedro, y San Pablo de Mexico.
QUIEN LO DEDICA AL SACROSANTO, Y DULCISSIMO NOMBRE DE MARIA.
CON LICENCIA
En Mexìco Nueva mprenta del Real, y mas Antiguo Colegio de San Ildefonso, 1755.


La cita actual es:
Florencia, Francisco de/Oviedo Antonio de, Zodiaco Mariano, Mexìco : Nueva imprenta del Real, y mas Antiguo Colegio de San Ildefonso, 1755.





pp. 199-206



CAPITULO IX

De la celebre milagrosa Imagen de nuestra Señora de Cozamaloapan.
I.- Del origen, y culto de esta Sagrada Imagen.

Cozamaloapan es la Cabezera del Pueblo, y Curato de San Martìn, es vocablo Mexicano, que quiere decir: donde se vee el arco iris. Porque siempre que se vee este arco forma la una punta en el agua del Rio de Alvarado, en cuya orilla esta fundado este Pueblo, y es tan frecuente, que casi en todas las tardes del Verano, y del Otoño, que es el tiempo de las aguas en la Nueva España, se forma este arco. Es este Pueblo el primero del Obispado de la Puebla, porque el Rio caudaloso de Alvarado divide los dos Obispados de la Puebla, y Oaxaca. Este empieza por la ribera, que mira al Poniente, y el de la Puebla por la que mira al Oriente, Dista Cozamaloapan de la Veracruz treinta leguas corriendo de Sur à Norte, y se tiene por beneficio especial de la Santisima Imagen de nuestra Señora, que en èl se venere, y de que hemos de hablar en este Capitulo, que nunca ha sido saqueado de Cossarios, que han entrado por el Rio de Alvarado por ser navegable de navios de alto bordo, y haviendo llegado à entrar, y saquear el Pueblo de Tlacotalpa, que no dista mas que seis leguas, no han entrado en Cozamaloapan.

En este Pueblo se venera con gran devocion, y frequencia una Imagen de la Soledad de la Virgen. Es de talla, y de vara, y quarta de estatura, y tiene en la Iglesia Parrochial del Pueblo una Capilla muy buena, y la Imagen se venera en su Tabernaculo muy bien adornado, y guarnecido con vidrieras. Y ha mas de 180. años , que esta en este Pueblo la Imagen. Qual aya sido su origen, y como viniesse à Cozamaloapan no consta por relacion alguna impressa, ò manuscrita. Solo se sabe por tradicion de Padres a Hijos, que en el camino, que va de la Veracruz vieja à la nueva hallaron una mula muerta cargada con una caja rotulada à la Iglesia de Cozamaloapan, y que dentro venìa la dicha Imagen. Pero quien la embiaba, quien la llevaba, quien matò à la mula nunca se ha sabido, si aun siquiera por tradicion. Su principal fiesta es el dia 15 de Agosto, qn que la Santa Iglesia celebra la Assumpcion à los Cielos de nuestra Señora, y el dia 8 de Diciembre dedicado à la Concepcion de la misma Soberana Reyna. En ambos dias hai Sermon, y Missa cantada, y se continuan las Missas cantadas los ocho dias de sus Octavas à devocion de los del Pueblo. Y en estos dìas, y en los meses de Enero, Febrero, Marzo, y Abril, en q cessan las aguas, y no es tan vehemente el calor, como en otros meses, es innumerable el concurso de todo genero de Personas, y de todos estados, y calidades, que concurren à Novenas de la Veracruz vieja, y nueva, de Alvarado, Cordova, Orizaba, Puebla, y aun de otras partes mas remotas. Los otros meses no es tan numeroso el concurso por las corrientes, y avenidas de los rios, y por el excesivo calor, que en ellos se experimenta.

En los dichos dos dias de la Concepcion, y Assumpcion hai concedido por su Santidad Jubileo penissimo, tambien se canta Missa en el Altar de nuestra Señora todos los Sabados, y Lunes del año. Los neuve dias antes de la Festividad del Nacimiento de nuestro Señor se cantan las Missas, que llaman de Aquilando, y tambien los quatro dias de Pasqua de Navidad. Vènse en la Capilla colgados muchos votos, que son otros tantos testigos de la beneficencia, con que la Soberana Reyna ha favorecido à sus devotos, que en esta Sagrada Imagen la han implorado en sus necessidades; ni es menor testimonio de la piedad, y gratitud de los fieles la riqueza de alajas de plata, joyas, y preciosos ornamentos, con que han contribuido los fieles para culto de la Imagen, y mayor adorno de su Capilla; y las perlas, y preciosas piedras, que tiene la Imagen en el manto, garganta, y manos estàn avaluadas en mas de dos mil, y quinientos pesos.

II.
De los milagros de la Santissima Imagen de Cozamaloapan.

Por orden del Ilmo. Sr. D. Juan de Palafox, y mendoza Obispo de la Puebla saliò el P. Juan de Avalos de la Compañía de JESUS el año de 1641. ò 1642. a hacer Mission en todo el Obispado, con encargo de entrar por el rio de Alvarado, y predicar en los muchos Pueblos de la ribera, y especialmente el de Cozamaloapan, y visitar en su nombre à la Santisima Imagen de la Virgen, de cuyos milagros, y prodigios corria mucho la fama dentro, y fuera del Obispado. Hizolo assi el Padre Avalos, y hallò, que los milagros de la Virgen eran muchos, y continuos, pero que por omission, y descuydo nada havia escrito. Por lo qual encomendò al Lic. Pedros Arias de Paz Vicario de aquel Partido y al Capitan Pablo de Miranda, que hacia oficio de Corregidor, que llamassen, y examinassen algunos vecinos, y lo que hallassen mas cierto por el dicho de testigos contestes los escribiessen. Hicieronlo ellos con mucha diligencia, y algunos de los prodigios averiguados son los siguientes.

En una ocasión muchos Negros cimarrones saquearon el Pueblo de Cozamaloapan. Y temiendo los Españoles, y demàs vecinos del Pueblo los insultos, que pudieran cometer los foragidos Negros contra la Imagen de la Virgen, determinaron sacarla en procession, y llevarla al Pueblo de Amatlan. Pero al salir con la Santa Imagen el Lic. Juan de Sylva Gavilan, que era entonces el Cura beneficiado, se lebantò un uracan tan terrible, y espantoso con tanta abundancia de agua, que llovia, que se cortaron los caminos inundados. Y no pudiendo salir con su intento la bolvieron, juzgando, que no necessitaba de mas guarda, la que tenia à su disposicion los Angeles del Cielo, para que la defendiessen. Y assi fue, porque los Negros no se atrevieron à profanar, ni à la Santa Imagen, ni à su Capilla, ni à cosa alguna, que le tocasse.

En el Pueblo de Amatlan, nadando un muchacho como de diez años, se lo arrebatò un fiero cayman, y se lo llevo hasta el medio del rio. A los gritos del muchacho saliò la Madre, y viendo à su Hijo ya entre los dientes de aquella bestia, llamò en su ayuda à la Virgen de Cozamaloapan, y cosa rara! Al momento el cayman bolbio al lugar en donde lo havia cogido, y alli lo largò, con admiracion, de los que saben la voracidad grande de los caymanes. Y para mayor testimonio del prodigio dexò clavado en el rostro del muchacho uno de sus colmillos, y haviendoselo sacado lo colgaron ante el Tabernaculo de la Virgen.

Estando ya agonizando un niño hijo de Juan de Alvarado vecino de la nueva Veracruz, y prevenida ya la mortaja para enterrarlo, lo encomendaron à la Virgen de Cozamaloapan, y luego cobrò salud, y para memorià del prodigio colgaron la mortaja en la Capilla de la Soberana Reyna.

En el Pueblo de Tlacotlalpan naciò un niño Indio con los pies buelto lo de arriba abajo, de suerte, que haviendo crecido andaba no con las plantas, sino con los empeynes de los pies. Compadecidos sus Padres lo traxeron à esta Soberana Imagen, y al cabo de nueve dias, que hicieron fervorosa oracion à la Señora, quedo bueno y sano y quando se hizo la informacion, de que hablamos arriba, aun vivia todavia, como si nunca huviera tenido cosa alguna.

Estando una India del Pueblo de Tlazintla, que es tocante al Curato de Cozamaloapan, lavando à la orilla del rio, que baña al Pueblo, se descuydò con su hijita suya de seis años, que havia llevado consigo, y la arrebato la corriente, llevandola rio abajo. Afligida la Madre invoco con afecto cordial à la Virgen de Cozamaloapan, y bañada en lagrimas la fue buscando por el rio, y al cabo de seis horas la hallò à la orilla del rio muy contenta. Preguntòle la Madre como havia escapado de aquel peligro proximo de muerte ? respondio que una Señora muy hermosa la havia defendido, y librado de aquel riesgo. Fue la Madre con su niña à dar las gracias al Santuario de la Virgen en donde refirio todo el sucesso.

La vispera del Nacimiento de Christo el año de 1699. navegando de Alvarado à la Veracruz Juan Martin Arraez de una fragata, le sobrevino un fortissimo temporal, y Norte, que estando sobre Medellin determino bolverse à Alvarado, pero dando la fragata sobre unos arrecifes se hizo pedazos, y en sus fragmentos se mantuvieron quinze personas tres dias con sus noches, sin comer, ni beber, ni dormir, sumergidos en el agua hasta la cintura. En este tan imminente peligro no dexaban de clamar a nuestra Señora de Cozamaloapan, prometiendo si los sacaba con vida venir en romeria descalzos a su Santuario. Dignòse la gran Señora de oyr sus clamores, y calmando el viento, pudieron salir à la tierra en una balza, y cumplieron, lo que havian prometido.

Otro Arraez de un barco llamado Vicente Martin navegaba para Alvarado el año de 1633. quando le sobrevino tan fuete uracan, que por instantes parecia, que se lo tragasse el mar. Imporaron el favor de nuestra Señora de Cozamaloapan, y con ser que el barco estaba destrosado, y sin arbol caminaron cinco leguas, que les faltaba, y varando en una playa segura se salvaron todas las personas, y esta pintado en la Capilla este caso.

Francisco Campechano corriendo un Cavallo cayò, y fue el golpe tan fatal, que se le quebreron ambas piernas, de suerte, que hubo menester el subsidio de dos muletas para dar algunos passos. Encomendòse à la Santisima Virgen de Cozamaloapan, y dentro de pocos dias quedò tan sano, que viniendo al Santuario, en el dexò colgadas las muletas.

III.
Prosiguen los prodigios de esta Soberana Imagen.

En el Pueblo de Alvarado reñia cierto hombre con su muger; quiso apaciguarlo Francisco Rosado, y lo que sacò de su buen intento, fue q` enfurecido el hombre, le dio con el cabo de una navaja, con que se estaba afeitado, tan recio golpe en una cien, que se lo metiò en ella tan profundamente, que ni al tiempo de curarlo ni despues le descubrieron cosa alguna. Pero siendo intensissimo el dolor, que padecia, vino al Santuario de nuestra Señora de Cozamaloapan, y aplicando el rostro al Altar de la Virgen con muchas lagrimas, y suspiros le pedia lo sanasse. Oyòle la gran Señora, y dentro de dos dias, arrojò el pedazo del cabo de la navaja, que tenia profundamente clavado, y escondido en la cien, que era el que le causaba el dolor, y quedo todo sano, y puso pintado èl prodigio en la Capilla de la Señora.

Una muger vecina de la Veracruz tuvo por muchos dias una pierna quebrada. Los dolores, que padecia le hicieron clamar à nuestra Señora de Cozamaloapan, y como pudo fue en romeria à su Santuario, en donde hizo devota oracion, y luego se sintiò buena, y se bolviò à su casa.

Un Indio del Pueblo de Orizaba padecia el molesto accidente de salirsele fuera disformemente el intestino. Para procurar meterselo le aplicaron un pequeño tecomate caliente, y no solo se le entrò el intestino, sino el tecomate con èl, sin que bastassen diligencias algunas para sacarselo, por lo qual se llegò à vèr en el extremo de la vida. Fuelo à confessar el Lic. Juan Nuñes Centeno, que estaba proximo à ir à visitar à nuestra Señora de Cozamaloapan, y le exhortò, que se encomendasse à esta Soberana Imagen. Hizolo el enfermo tan de veràs, que sin mas remedio, saliò de aquel tan apretado conflicto, y hallandose ya bueno, y sano fue à visitar à la Señora en su Santuario.

Fue caso muy memorable, que el año de 1629 delante de muchas personas, que estaban en el Santuario, la lampara, que ardia delante de la Soberana Imagen comenzò à temblar con tanta vehemencia, y velocidad, que causaba à todos espanto, derramàndose el azeyte, con que ardia, al tiempo, que veian à todas los demàs lamparas sossegadas, y sin moverse, sin llegarse à saber la causa de aquel temblor de la lampara tan extraordinario.

El caso, que se sigue fue publico, y notorio en el Pueblo de Alvarado, una niña de solos quatro años hija de Geronymo de Alvarado natural, y vecino del mismo Pueblo, sin saber como, se perdiò en un monte vecino muy espeso, è infestado de bestias fieras, tigres, jabalies, viboras, y otras venenosas sabandijas. Echaronla menos sus Padres, y acompañados de muchos Indios salieron à buscarla, pero no hallandola acudieron à nuestra Señora de Cozamaloapan, encendiendole unas candelas, y al cabo de tres dias un Indio la hallo en un cerrito muy alegre, y contenta. Llevòla à sus Padres, y preguntandole su Madre, si tenia hambre? Respondiò, que no, porque una Señora muy hermosa, y principal le havia dado de comer, y la havia estado guardando. Y publicàdose el caso por el lugar alabaron todos à la gran Señora por su materna piedad, y crecieron mas en su devocion.

El año de 1628. llegò al Santuario de nuestra Señora de Cozamaloapan, como à las diez del dia un Religioso del Sagrado Orden de S. Francisco, y haviendo hecho oracion ante la Soberana Imagen, saliò, y delante del Lic. Gaspar Garcia de Bonilla Cura beneficiado de aquel Partido, y de otras personas, refiriò, que viniendo del Nuevo Mexico, y passando por tierras infestadas de Indios gentiles guerreros, y salteadores, procurò huir de ellos por varios descaminos, y por ellos vino à dar en un rio muy caudaloso. Hallòse entonces muy afligido, por que por una parte tenia à la espaldas los Indios, y por otra le impedia la corriète del rio el passar adelante. Tenia noticia de los prodigios, que obraba la Soberana Imagen de la Virgen de Cozamaloapan, y con grande afecto la invocò en su auda, y de repente, sin saber como, se hallò de la otra banda del rio, y ya fuera de peligro, añadiendo, que quando la invocò se le havia representado la Imagen de la misma suerte, que estaba en su Tabernaculo. Y que agradecido à tan singular baneficio havia emprendido camino tan largo, por venir à verla, y rendirle las gracias en su Santuario.

Todos estos prodigios escribiò el P. Juan de Avalos, dando noticia al Sr. Obispo D. Juan de Palafox, que como diximos lo havia embiado à hacer Mission por todo su Obispado, y dadole orden, que en su nombre visitasse la Imagen de nuestra Señora de Cozamaloapan, y su Ilustrisima mandò imprimir la carta para comun edificacion, y aliento à la devocion, y confianza en esta Imagen tan prodigiosa. Y añadiò, que èl tenia por uno de sus mayores milagros, que siendo aquella tierra summamente caliente, y humeda por lo qual se deslustran facilmente las Imagnes, `ya sean de pinzel, ò ya de escultura, al cabo de mas de ochenta años, que entonces havia, que se havia, colocado està Sagrada Imagen en su Tabernaculo, siempre se havia conservado su rostro entero, lucido, y hermoso. Fuera de esso, que se havia observado, que el Capitan Pablo de Miranda, que havia seis años, que era Mayordomo de su Cofradia, testificaba, que algunas vezes hallaba el velo de la Virgen mojado, y salpicado de arena, y margajita. Lo qual testificaban otros, que lo havian visto, añadiendo, que algunos dias la echaban de menos en su Tabernaculo, y Capilla, teniendo por cierto, que entonces acude, à los que en otras partes la invocan, especialmente en las tempestades del mar. Y es voz comun, que son otros muchos los prodigios, que cada dia obra nuestro Señor por honrar à su Madre en esta su Imagen de Cozamaloapan.

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