viernes, 8 de mayo de 2009

Año 1868 - La Virgen en el libro: Mes de Maria Mejicano



Esta obra escrita un poco mas de un siglo despues, repite casi textualmente lo expresado en el libro: Zodiaco Mariano.


Marmolejo, Lucio.
Mes de María mejicano; o sean, las flores de mayo consagra das a la Santísima Virgen María Nuestra Señora, por medio de sus mas célebres y milagrosas imágenes con que se ha dignado su bondad enriquecer nuestra piadosa república.
Mexico: Librería de Rosa y Bouret, 1868.



Pp. 55-58

DIA CUATRO
Visita á la Imagen de NTRA. SRA. DE COSAMALOAPAN, que se venera en su iglesia parroquial en el pueblo de este nombre.

Esta milagrosa Imagen de maría Señora Nuestra, es el amparo y consule, no solamente del pueblo de Cosamaloapan, sino de todo el Estado de Veracruz, como lo manifiestan los prodigios que todos los dias obra a favor de aquellos habitantes, y la tierna devocion que todos ellos le profesan; favores y devocion que se han continuado sin interrupcion en dos siglos y medio que tiene la santa Imagen de ser venerada en Cosamaloapan. Cuàl haya sido su orìgen, y còmo viniese à este pueblo, dice el “Zodiaco Mariano,” no consta por relacion alguna impresa ò manuscrita; solo se sabe por tradicion de padres à hijos, que en el camino que va de la Veracruz vieja à la nueva, hallaron una mula muerta cargada con una caja rotulada “à la iglesia de Cosamaloapan,” y que dentro venia la dicha Imàgen; pero quièn la enviaba, quièn la llevaba, quièn mato à la mula, nunca se ha sabido ni aun siquiera por tradicion, pero sea de esto lo que quiera, la proteccion que Maria Santisima dispensa à aquella comarca, por medio de esta sagrada Imàgen, es tn visible, que los Sres. Obispos le han otorgado multitud de gracias, y el mismo Sumo Pontifice concedio jubileo plenisimo en los dias de la Asuncion y de la Concepcion de la Santisima Virgen.

En el primero de estos dias es la fiesta principal, solemnizàndose tambien el segundo, y en uno y otro y en los dias de las novenas, el concurso de gente es innumerable, yendo muchisimas personas de Veracruz, Alvarado, Còrdoba, Orizaba, Puebla y aun de otras partes mas remotas.

La Sacrosanta Imagen parece representar la Soledad de la Santisima Virgen: es de talla de vara y cuarta de estatura, y tiene en la parroquia de Cosamaloapan una capilla muy buena con un decente tabernàculo, guarnecido con vidrieras: vènse colgados en la capilla muchos votos, que son otros tantos testigos de la beneficencia con que la soberana Reina ha favorecido à sus devotos, que en esta sagrada Imàgen la han implorado en sus necesidades, no siendo menor testimonio de la piedad de los fieles, las alhajas con que se halla adornada.

La fama de los prodigios obrados por la santa Imàgen, llegò à oidos del Illmo. Sr. Obispo de Puebla, D. Juan de Palafox, quien dispuso que se escribiesen y autenticasen los principales, y de los cuales tomaremos dos ò tres, por no permitirnos refrir mas la extension de este devocionario.

Navegando de Alvarado à Veracruz una fragata, sobrevino tan fuerte temporal, que estando cerca de Medellin, diò la fragata, contra unos arrecifes, y se hizo pedazos tan completamente, que solo quedaron pequeños fragmentos, y en ellos se mantubieron quince personas tres dìas con sus noches, sin comer, beber ni dormir, y sumergidas en el agua hasta la cintura. Invocaron entonces con verdadera fè à Nuestra Señora de Cosamaloapan, prometiendo ir descalzos en romerìa à su Santuario, si los libertaba de tan grande peligro : los oyò la Gran Señora, cesò el viento, salieron à tierra en una balsa que se proporcionò y cumplieron su promesa.

Un niño, hijo de Juan de Alvarado, vecino de Veracruz, estaba agonizando, de suerte que ya se tenia prevenida la mortaja para enterrarlo: sus aflijidos padres ocurrieron por el remedio à Nuestra Señora de Cosamaloapan, y luego cobro el niño la salud; y para memoria del prodigio colgaron la mortaja en la capilla de la soberana Reina.

Una mujer, tambien de Veracruz, se quebrò una pierna; fuè , aunque con muchos dolores y grande trabajo, al Santuario de Cosamaloapan, y luego quedò sana.

Un religioso franciscano hui perseguido por los indios de Nuevo-Mèjico, y se encontro con un rio muy caudaloso que le impedia pasar, cuando ya los indios lo alcanzaban: en tal conflicto invocò à la Virgen de Cosamaloapan, y sin saber còmo, se hallò en la orilla opuesta y fuera de peligro; por lo que, agradecido, vino al Santuario en romerìa.

No concluiriamos, si tratàsemos de referir los demas prodigios de esta sagrada Imàgen: basten los dichos para avivar nuestra fe, y encender mas y mas nuestro afecto hàcia la Reina de los Angeles.

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